Sunday, December 09, 2007

La Roma de hoy, la Roma de ayer

Recientemente he visitado por primera vez la Ciudad Eterna.

Mi fascinación por la Roma de ayer es tan grande como mi rechazo por el estado en que languidece la Roma actual.

En los transportes públicos hay barra libre total, la falta de control de accesos inspiraría cachondeo si uno no tuviera ganas de llorar al ver las infraestructuras del Metro: la suciedad y el estado ruinoso de las estaciones recuerdan los momentos más vergonzantes de las Líneas 1 y 5 madrileñas. Por no hablar de los coches de la Línea B, ambientados con un aroma a orines que delata la eterna falta de limpieza. La nueva Roma no mejora en la superficie, donde resulta difícil creer que no existan contenedores para la basura, que se esparce con alegría medieval por la vía pública al más puro estilo malagueño. Se comprende que es quizá la ciudad más turística del mundo y el turismo, se sabe, es la especie más puerca e incívica que existe; su principal actividad es ensuciar por donde pasa. Por eso mismo escandaliza la ausencia de servicios de limpieza mientras los guiris consumen litronas en la escalera de Piazza di Spagna. Todo esto es expresión de un absentismo alarmante por parte de lo Público que quizá explique el escepticismo italiano hacia sus políticos, pero que en nada disculpa la falta de respeto del ciudadano hacia su ciudad. Eso sí: policía, toda la que uno quiera, porque estaban recientes las guerras callejeras provocadas por los radicales de los equipos de fútbol.

La Roma de ayer, ah, es como pasear por la Historia con H. Llovió todo el fin de semana, pero eso les dio a los incomparables panoramas una tinta otóñal y, lo diré, romántica muy sugestiva. Creo que las siguientes fotos (hago lo que puedo) pueden dar una idea de lo que digo:




El Tíber y el Puente Vittorio Emmanuele


Los Foros desde el Palatino


Inolvidable la primera impresión de la Fontana di Trevi por la noche al entrar en la plaza desde uno de los callejones laterales. Uno de esos monumentos cuya belleza supera a su fama.



(La foto a tamaño original)

Sin embargo, los recuerdos más indelebles son los de la contemplación del Moisés, estatua que sugiera el movimiento en potencia como casi ninguna, y el Panteón. Este monumento tiene casi 2000 años y considero que su sensación de equilibrio y belleza sobrehumana no fue superada ni en el Renacimiento. Una obra que debería destruir esa fama de tosquedad de los antiguos romanos respecto de los griegos. Sigue pareciendo imposible que cuando la garn mayoría de la humanidad vivía en chozas, estos tipos construyeran algo asi. Diseño divino y no humano, dijo Miguel Ángel.




Interior y cúpula

Un ejemplo para los romanos de hoy y sus autoridades.


Sin duda habrá que volver a Roma, ya que quedaron pendientes cosas, entre ellas San Pedro (la cola daba la vuelta a la Plaza) A decir verdad, casi me arrepentí de la mañana pasada en los Museos Vaticanos, pero la Capilla Sixtina es algo que hay que ver una vez en la vida.







Wednesday, October 24, 2007

Cortina de humo


http://www.cadenaser.com/espana/articulo/constructora-tramo-accidentado-ave-mantiene/sernot/20071023csrcsrnac_2/Tes


Vamos a hablar un poco de política y periodismo.

Todos sabemos que si nos informamos en un medio del Grupo Prisa, hay punto donde la valoración o interpretación de la noticia va a orientarse siempre en un sentido político. Basta con poner entre comillas el análisis de la información y contrastarla hasta hacerse una idea propia. La verdad, esto exige un esfurzo para el que me he vuelto perezoso y apenas me digno escuchar la radio o leer la prensa. Prefiero bichear en internet, que es más rápido; en unos minutos veo los distintos puntos de vista de los medios, todos ellos sesgados e interesados, e intento formarme una opinión.

El problema grave se plantea cuando se la propia información de presenta manipulada o ignorantemente incompleta, como es el caso.

Conozco como funciona OHL, la constructora en cuestión; estoy enterado (de primera mano) del desarrollo de esa obra y sus problemas; tengo una idea muy aproximada de cómo es Villar Mir, un nombre casi legendario en mi profesión.

Hay que ser periodista y además estar siguiendo consignas del Gobierno para dar crédito a las sospechas de que OHL pueda estar retrasando las obras adrede. Villar Mir puede ser de derechas o muy de derechas, pero por mucho que tenga otros asuntos pendientes con el Estado jamás se le ocurriría exponerse al descrédito en una obra de esta repercusión. A Villar Mir lo que más le gusta en este mundo es ganar. No sólo ganar dinero. Ganar, así, en general. Simplemente es inverosímil que use una medida de presión que, además de inútil, a él le va a costar mucho dinero, mala prensa y un futuro gris en próximas contrataciones de Líneas de Alta Velocidad. El argumento es tan burdo que cuesta creer que un medio de comunicación le conceda un solo segundo. A menos, claro está, que se trate de una cortina de humo para Zapatero, comprometido con una fecha de puesta en servicio irrealizable y la normalización de unas maltrechas líneas de Cercanías.

Está claro que cuando una obra sale así culpa tendrá la constructora. Como digo, algo me han contado desde hace meses sobre esa obra, en la que OHL estaba empleando recursos de otras con perjuicio de éstas para acabar en plazo a cualquier precio. El propio Villar Mir andaba por ahí el sábado del incidente con el túnel de Cercanías y hay gente que trabaja 16 horas diarias sin apenas festivos ni fines de semana. Imaginemos cómo les sienta que un mercenario del micrófono les acuse de estar saboteando el AVE. Por cierto, se miente al asegurar que el de OHL es el único tramo retrasado y habrá ocasión de comprobarlo.

¿Por qué sale mal una obra emblemática? La historia es muy larga, pero las cosas nacen torcidas desde que se aprueba el proyecto. En España se proyecta, licita y construye chapuceramente, con previsiones económicas y de plazo falsas. Las culpas empiezan en la Administración, pero no basta con recurrir a la habitual monserga de nuestros pésimos políticos. Nuestros políticos y constructores no han caído de otro planeta. Forman parte de la sociedad española y reflejan sus miserias.

Como este tipo de prensa, que otra vez se cubre de mierda.

Monday, October 15, 2007

Madrid, Madrid, Madrid





Algún día hablaré en profundidad sobre mi manía a Madrid, que ha sido fuente de no pocas disputas con amigos míos. Esta vez me centraré en uno de sus aspectos, que es el gastronómico, en concreto por qué detesto salir de cena en Madrid.



Comer fuera en Madrid es más caro que en toda España, quizá, por lo que se dice, con la excepción de Euskadi. Parece inconcebible comer bien (de mesa y mantel) por menos de 30 euros, en cualquier sitio te pueden meter un bolo como merluza congelada, cada vez ponen tapas en menos sitios y habitualmente las cutres patatas o aceitunas de bote, por no hablar de los atracos en los restaurantes de nuevas tendencias.



Sin embargo lo que más me saca de mis casillas es la desvergüenza exhibida en los restaurantes y bares de las zonas turísticas como la Plaza Mayor y similares. Este fin de semana cometimos el error de buscar algún sitio en Calle Arenal, al lado del Teatro Real. En medio la marabunta de trampas para guiris a precio de oro y cartas que sólo ofrecen bocadillos de jamón, tortilla de jamón y jamón con jamón, intentamos entrar en "La Panera", un restaurante asturiano. Eran las 23:15 y al parecer no había problema en subir a la segunda planta para cenar. Sin embargo en el momento de dirgirnos a las escaleras nos detuvo un camarero malencarado y de peores modos pegando voces: "¡Si van a tomar raciones TIENEN QUE PONERSE EN LA BARRAAAA" Con la misma rapidez salimos de allí. Tomad nota, "La panera". Que les dure su buena educación, oigan.

Monday, October 01, 2007

Los ex-birros de García

Tal como se predijo desde este rincón carbunco, García hizo un conato de retorno. Hace unas semanas (actualizo al ritmo que me sale del forrro, lo sé) fue el invitado del nuevo bolo televisivo de Telecinco los sábados por la noche. Esa especie de Tómbola con piel de magazine que no tengo dudas se acabará convirtiendo en un contenedor de bazofia catódica. La experta mano del desagradable (la cara es a veces reflejo del alma) Jordi González es toda una garantía de contra-reciclaje. García, pletórico, no tuvo dificultades en adueñarse del programa relegando al presentador a espantapájaros. Para delirio de un servidor, García confirmó que había un proyecto con Telecinco, pero que lamentaba tener que declinar al oferta pues deseaba dedicarle más tiempo a su familia y, viene lo bueno, se "sentiría incómodo trabajando con la cadena responsable de la telebasura en España". Inmenso el Butanito.

Con motivo de esta entrada, he querido recordar el destino que han corrido algunos de sus sufridos colaboradores desde que el pequeño dictador se retiró.

Del arrastrado Roberto Gómez, destinatario de la peor de las humillaciones, que es la condescendencia de un jefe que lo trataba como a un bobo, confieso no saber nada.
Creo recordar que Gaspar Roseti siguió en radio algunos años más: no sé si actualmente está en activo o finalmente sufrió un infarto al gritar un gol del Madrid.

José María Aznar López no volvió a ejercer de cronista deportivo y hace 3 años dejó también su hobby de presidente del gobierno. Actualmente es humorista en Washington D.C.

Llegamos al plato fuerte: Pipi Estrada se convirtió en uno de los fantoches más impresentables del panorama rosa nacional tras romper con Terelu, la bobalicona pero morbosa hija de Mª Teresa Campos (Me pone, qué pasa). Las envidias que puede suscitar por haberse beneficiado a la actriz porno Lucía Lapiedra las ha pagado bien caras con los tochos que le ha puesto en cuanto ha podido. Pipi tiene la cara de sinvergüenza maduro al que poco le queda de golfear, por lo menos basándose en su atractivo. Supongo que puede caer bien por encarnar los vicios y tropelías que todos quisiéramos cometer, pero también es una embarazosa advertencia sobre lo bajo que puede llevar el complejo de Don Juan.

Como curiosidad, por desquiciada que parezca la suerte corrida por Estrada, no le anda a la zaga Eduardo Torrico, quien redacta (ejem) críticas (ejem) discográficas en la revista de música clásica CDCompact. En sus numerosos artículos (ejem), pues ha demostrado una laboriosidad en la tarea que envidiaría el mismísimo Stajonov, Torrico destila un odio africano hacia todos aquellos intérpretes ajenos al movimiento historicista musical, del que es baluarte patrio. El poco tiempo que le debe de dejar libre su trabajo de reseñador rabioso, Torrico lo dedica a predicar en un foro de música antigua en internet. Libre de las cortapisas editoriales, suponemos, su prosa fluye salvaje y fascista contra todo aquello que considera "otredad", exhibiendo un rosario de prejuicios sociales y de género interminable y un sentido del humor chocarrero que sin duda pudo mamar del ex-jefe radiofónico. Curioso personaje, sin duda, que actualmente deambula por Foroclasico.com bajo el nick Epigonous.

De García, como de Atila, se puede decir que no ha dejado sucesores.

Tuesday, August 28, 2007


Murió Francisco Umbral



Provocador, esnob, indiferente, odioso, enigmático...

No puede decirse que su literatura haya trascendido: en realidad creo que nunca tuvo nada que decir que mereciera un libro entero. Los últimos (el autobiográfico no lo he leído) fueron execrables. Como periodista nunca dio una noticia, es cierto y así se lo recordaron muchas veces. Era fácil percibir lo epidérmico de su pensamiento social y político, voluble como el propio Umbral, a quien en mi opinión sólo dos cosas en su vida interesaron de forma continua: la literatura y él mismo. Quien haya seguido sus artículos durante décadas sabe de su inconstancia, su vanidad, su oportunismo. Él no lo negaba, se consideraba un dandy al estilo victoriano. Y los dandies sólo pueden tomarse en serio a sí mismos siendo siempre ellos mismos. Sin embargo en sus artículos cortos, sus divagaciones líricas sobre literatura o cualquier otro asunto, cautivaba con una prosa única, pulida hasta el narcisimo pero espontánea, vivaz, riquísima, casi sin par en los últimos 50 años. El sentido del humor cáustico, incluso la chocarrería ocasional, la mala leche en suma, eran reflejo de una personalidad hermética que sólo se desbordaba al escribir. Umbral vivió años difíciles en su infancia, nunca conoció a su padre, hubo de arrastrar el complejo de no tener educación universitaria, perdió a su pequeño hijo, el único ser a quien quiso probablemente. Alguien dijo que era un hombre que padecía "cáncer de alma".

Franciso Umbral me proporcionó la primera impresión, hace ya muchos años, de que la escritura podía ser un arte plástica y hedonista. Pocos han sido capaces de escribir tan bien sobre los asuntos más banales. El arte por el arte. ¿Desperdició su talento? Qué puedo decir. Me gustaba como escribía hasta cuando habria hecho mejor en no escribir.

Hasta siempre, maestro

Thursday, August 16, 2007

La televisión no está entre mis aficiones de ningún tipo, ni friquis ni normales. La detesto, la veo menos en general que la mayoría de la gente, sobre todo desde que me acostumbré a prescindir de ella cuando estuve trabajando un año en Zaragoza. A mí no me parecía nada anormal hasta que tuve esta conversación telefónica con un amigo:



- Pues a mí me trasladan ahora a Lugo para hacer un encauzamiento y estoy negro buscando un piso.

- Ya, es un coñazo. No creo que Lugo sea caro, pero igual topas con el típico casero rata que te da el piso con los muebles y gracias. El mío en Zaragoza no tenía ni cortinas, ni cubiertos ni televisión...

- Joder, sin tele, te habrás tenido que comprar una...

- No, qué va. Ya llevo 4 meses sin ella y tan pancho.

- Estás de broma.

- Pues no, tío, no tengo tele y me da igual.

- Pero tronco, ¿vives sólo y sin tele? ¿Qué coño haces en casa después del trabajo?

- Pues llego tarde, me tengo que hacer la cena y no me queda tiempo para echarla de menos, tío, leo, oigo la radio y música.

- Dime que te lo estás inventando, ¿qué es eso de que oyes la radio? Joder, eso de friquis.

- Jaja, vete a la mierda.

- Oye, que si es necesario te regalo una, eh, cualquier cosa menos dejar que te vuelvas un majara que oye la radio.



Y así mucho rato.

Pues al final estuve todo un año sin televisión.

La gente está acostumbrada a tenerla puesta desde que se levanta, mientras come y cena, hasta que se duerme en la cama, todo el santo día con el contrapunto mongoloide de la publicidad, el torpe balbuceo periodístico y las ventosidades de los programadores: pura polución sonora. Vivir sin televisión es reivindicar el derecho al silencio, a llenar el silencio como uno elige, a la reflexión, la lectura.

Pero el silencio pone nerviosa a la mayoría de la gente (sobre todo a las mujeres), el que reflexiona puede volverse loco y el que lee o escucha música a solas se evade y rechaza a los demás (no así quien pasa horas con ojos de besugo ante la pantalla)

¡Apagad la tele!

Monday, August 13, 2007

He estado en la Feria

Sólo expresar mi alivio por haber constatado que la provincia tiene asegurado el relevo generacional de los gremios de portero y gogó de discoteca, (porno)chacha, repartidor de butano, telepizzero, matón de barrio, camarera calentona y conductor de coche tuneado.

Monday, July 30, 2007

La Feria de las Vulgaridades



Se acercan las fechas durante las cuales Málaga se engalana para celebrar sus fiestas locales.



Al margen de la habitual españolada taurina, las fiestas de las ciudades andaluzas tienen un atractivo colorido y el encanto entrañable de lo pintoresco. Málaga, como en otras cosas, es una excepción.



En tiempos, el que podía permitírselo se montaba una caseta a la que invitaba a sus amigos y así, de caseta en caseta, se encadenaba la juerga. Naturalmente había casetas públicas, pero la esencia de la feria era la de una fiesta por y para la gente de aquí. Esta esencia se mantiene por ejemplo en Sevilla, donde un forastero tiene poco que hacer si no tiene conocidos. Aunque se escucha criticar continuamente esta supuesto mentalidad hostil de los sevillanos, no puedo estar más de acuerdo con la defensa que hacen de su Feria.



Málaga es la prueba palpable de ello, desde que se se hizo casi obligatoria la apertura de casetas al público.



La feria de Málaga es, sencillamente, un botellón desaforado. Quizá habría que hacer una reflexión sobre el triunfo póstumo (tras su prohibición) del botellón: de hecho cualquier festejo o celebración nacional termina con gente bebiendo, meando y vomitando en la calle. El último Europride, por mucho que quieran hacerlo pasar por una reunión reivindicatoria, no fue más que un botellón que dejó Chueca hecho un vertedero. Pero no nos desviemos del tema.



Si vienen a la feria de Málaga buscando folklore, caballos y atuendos coloristas, no vayan al centro de la ciudad durante el día. No voy a negar que el primer año, incluso el segundo, me hizo gracia aquella montonera de gente engullendo rebujito en tiestos: a uno no le disgusta una francachela. El problema es que la feria es eso y nada más. Bueno, sí, hay más: música horrenda a toda pastilla, calor insufrible y, sobre todo, ganado humano.



La Feria es la apoteosis del chusmón y la jenni, es decir, de las mechas de chacha, el legging, la tanga morada, las cadenas de oro, los tatuajes, los anillos tipo Heredia y el zapato blanco de cocodrilo. Por supuesto los modos de este público hacen juego con sus atuendos. El año pasado hubo una polémica de zarzuela porque los comerciantes de bares y chiringuitos se pusieron de acuerdo para no servir a ningún sujeto que fuera sin camiseta; como si se les hubiera pedido que se pusieran frac para ir a la playa, oye. La inefable policía local hace horas extras para dispersar las numerosas broncas, las ambulancias recogen comatosos etílicos por doquier, el casco antiguo es un hervidero de orines y sudor, codazos y vómito. A las 18:00 se disuelve por decreto la charanga al paso de los camiones que van regando lejía, mientras el público entona aquello de "Sevillano el que no bote, oé". Todo muy carbunco.

El panorama durante el día es mejor en el Real, es decir el recinto donde están situadas las casetas típicas. Allí está la feria tradicional, más civilizada, con gente normal. Sin embargo al caer la noche la marabunta lo invade todo, convirtiéndose el lugar en algo grotesco y hasta peligroso, donde corren la coca y las pastillas. Recuerdo que el año pasado cogimos el autobús para acercarnos al Real, no eran más de las once de la noche. Compartimos viaje con unos chusmones olímpicos, de chándal y medallas de oro. Uno de ellos, particularmente simiesco, expresaba su alegría golpeando furiosamente las ventanas y barandillas del vehículo. Realmente pasé miedo y recé por no encontrármelo en algún local a las cuatro de la mañana.

Una nota más: Siempre así tiene caseta en el Real.

Saturday, July 21, 2007

Que vuelve García.


Quizá este asunto debiera de entrar en el repaso a mis tics de friqui, pero siendo justos, el titular pertenece a su protagonista.


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Desde pequeños, mi hermano y yo terminábamos todas las noches escuchando a Supergarcía. Los fines de semana y en verano, a continuación venía Pumares, pero ésa es otra historia. Pasaron los años y me convertí en el único adolescente de España que no se había pasado a El Larguero. Soy un sentimental. Y eso a pesar de que en los 90 García se había transformado en un ente que en teoría no debía interesarme en absoluto. Continuaba haciendo el mismo programa desde hacía décadas (o siglos), con sus interminables monólogos, su prepotencia, su despotismo hacia sus colaboradores y esa inconfundible atmósfera de misa del fin del mundo que se había quedado desfasada años ha. Además habría que mencionar un detalle para nada pequeño, y es que el fútbol dejó de gustarme totalmente a mediados de los 90. No obstante mi hermano y yo manteníamos nuestro antimadridismo y las noches que regalaba García despedazando a ese club (con el que mantenía una relación sadomasoquista) eran inolvidables. Supergarcía, por encima de todo, era un showman que sabía dar a su audiencia lo que quería. Quien estaba a su lado o le caía bien era ensalzado. A los que no le bailaban el agua los ponía a parir. Quedaba así dividido el mundo entre buenos y malos, con un maniqueísmo casi tribal. Llegaba un punto en que el ensañamiento con los enemigos rozaba lo absurdo e inexplicable. También había rehabilitaciones y no faltaban las caídas en desgracia, al más puro estilo de las dictaduras. En este sentido, García se anticipó en la radio a los programas de televisión actuales, donde se permite el acoso y derribo de según quiénes. Luego estaban sus latiguillos, su aflautada voz de sátrapa de las ondas, sus remoquetes y motes. En fin, como escribía antes, un show guiado por un enano con una irresistible vena de humorista que se creía por encima del bien y del mal, habitual de los juzgados, amenazado repetidamente por los escarnecidos en su programa, aficionado a prácticas que rozaban lo mafioso para eliminar la competencia y que, viéndose como dueño absoluto del cotarro, llegó a meter la nariz en la crónica política (aspecto en el cual ha sido veleta como pocos) y a convertirse incluso en el Pepito Grillo del inefable presidente Aznar. La figura de García es denostable en muchos aspectos, pero fue fiel reflejo del estúpido mundo de vanidades, corrupción e ignorancia que es el deporte español. Él por lo menos divertía. Y para el españolito que le escuchaba en la radio por la noches en vez de cumplir con la parienta, lo que decía García iba a misa.


Sin embargo, a finales de los 90 su manera de hacer periodismo se quedó anquilosada y lo que es peor, en vez de odios, empezó a provocar hilaridad. En su etapa de Onda Cero sufrió las más mordaz de las críticas, que es la parodia y para colmo desde su anterior cadena. Además llegó la derrota definitiva de la audiencia. Y en la presidencia del Real Madrid ya no había uno de los típicos personajes del fútbol nacional, en general mafiosillos de medio pelo y usureros de barrio, sino un peso pesado con más conexiones que Endesa. García quiso enfrentarse a Florentino Pérez y dice la voz popular que Pérez fue quien consiguió que tuviera que elegir entre retirarse o permitir que le cortaran la cabeza.


Luego vino su enfermedad y hubo de desaparecer de la escena, pero bicho malo nunca muere, y lo escribo con cariño, y ahora parece que se ha restablecido y tiene hambre de protagonismo. Hace unos meses le censuraron una entrevista en TVE pero ya dejó entrever las nuevas batallas que piensa emprender. Desligado (o abandonado) de Aznar y de toda la jarcia con la que colaboró para derribar a González, García lanza andanadas a izquierda y derecha. Hace poco apareció en un infumable espacio de Telecinco (¿quizá la primera fase de la campaña de la cadena para un futuro programa?) . Pequeño, envejecido, dice ser otro hombre tras vencer a la muerte. Sin embargo, tras retratar el terrible panorama periodístico actual, se postuló como mesías y único camino hacia la verdad. Como siempre.






Tuesday, June 12, 2007

Recursos Humanos


Hace un par de meses me harté de que la empresa pasara de mis peticiones de aumento de sueldo. Surgió una entrevista para el mismo puesto en una constructora importante de Andalucía y decidí utilizarla para presionar. No sólo salió bien y tuve la satisfacción de coger a mi empresa por los huevos, sino que me lo pasé en grande en la entrevista.

El director de Recursos Humanos no era el típico JASP, normalmente los más idiotas, sino un tipo de mediana edad, impecable, de gafas de pasta de colorines. Casi parecía uno de esos ejecutivos catalanísimos de los que van en el puente aéreo. También estaba el director del departamento al que me incorporaría, el típico cincuentón con cara de ingeniero desgastado.

Dispuesto a jugármela, interpreté el papel de sobrado matahombres y perdonavidas. Nunca he contado tantas tonterías seguidas sobre la ambición, las ganas de trabajar y ascender, el futuro profesional y la madre que los parió a todos. El RR.HH. tenía los ojos como platos, prácticamente deliraba con lo que estaba escuchando, era como un loggione enfervorizado y yo me sentía comodísimo en el papel de cantamañanas. El ingeniero releía mi currículo, aburrido en su puesto de apuntador, seguramente pensando que estaba más sonado que las maracas de Machín.

La pantomima concluyó con aclamación, al día siguiente a primera hora el RR.HH. me llamó ofreciéndome más de lo que había pedido. Y eso que me quedé con ganas de bisar.

Saturday, May 19, 2007

Me he comprado una casa.

Se me ocurrió que podría colocar yo mismo las lámparas y los accesorios de los baños. En esos grandes almacenes que ya sabéis te los colocan a 30 eurazos la unidad en el caso de las lámparas.

Bueno, contaba con ayuda, así que no me pareció un disparate.

Sólo puedo decir que he flipado. Mucho. He sacado varias conclusiones:

Los electricistas capaces de ganar dinero colocando lámparas deben de ser genios.

Los fabricantes de lámparas y toalleros son unos sádicos.

Los aficionados al bricolaje son unos tarados. Es como decir que uno es aficionado a caminar descalzo sobre brasas.


Lo peor de todo fue la primera lámpara del salón. Tuve que superar un ataque incontrolable de ira y dos de locura. Puedo jurar que habría pagado 30 euros porque me la colocaran. Qué digo, 50 euros, 100 euros. Es más, en esos momentos me habría dejado sodomizar por Isidoro Álvarez a cambio de que me colocaran la maldita lámpara. Tras estas reflexiones, constatamos que habíamos fijado mal la chapa y que la lámpara quedó bastante torcida. Muy torcida. En ese momento me parecía preferible la alternativa de arrojarla por la ventana e ir a la cárcel por homicido imprudente de algún peatón.

Ahora me queda la mudanza. La séptima en 4 años.

La cosa promete.

Friday, May 04, 2007

Don Carbunco de regreso


Recientemente he decidido volver a escribir con regularidad aquí. Explicaré el motivo en otra entrada, pero adelanto que es estrictamente terapéutico.

Notas apresuradas sobre una comunión a la que asistí hace una semana.

Por razones de espacio en el colegio donde se celebraba en acto religioso, hubo suerte y sólo nos invitaron al convite, que se celebraba en Hotel de 5 estrellas Gran Lujo. A los andaluces les gusta mucho epatar en estos actos sociales.

Tras casi una hora esquivando conversaciones banales e intentando pegarme a los pocos conocidos entre canapé y canapé, pasamos a la mesa. Nos tocó con una pareja de buenos amigos y un matrimonio de mediana edad, clientes de la madre de la celebrante. "Dios mío, nos han puesto con los López", fue lo que dijo uno de nuestros amigos.

Al comenzar la comida (tres platos y postre, ya como en las bodas) la pareja de mediana edad en cuestión - los típicos señores de pueblo que regentan un negocio familiar que da mucha pasta - comentó, para romper el hielo, algo de que les encantaba el programa de Canal Sur que presenta Juan Imedio. Ése que siempre saca una serie de insoportables niños andalucísimos, grasiosísimos y con musho arte. “No nos perdemos ni uno”.

Mis peores temores se hicieron realidad con el primer plato, un bogavante que devoraron con las manos.

Para el momento en que la señora contó un chiste de monjas que concluía con la servilleta simulando un pene en erección, ya estaba seguro de que nada podía espantarme. “Lo hago en todas las bodas”, dijo. Y yo me lo creo.

Por lo menos la comida era excelente