Ayer salí de casa para hacerme el pasaporte. Esto se dirige hacia una hecatombe y ya me estoy buscando vías de escape.
Mientras caminaba por la ciudad en pleno horario comercial (antes de las 13:00) me llamó la atención la desolación reinante en las calles, con altos porcentajes de locales cerrados y la mayor parte de los negocios vacíos.
La única actividad visible: las decenas de tiendas de empeños y "compro oro" en las cuales había incluso colas de clientes.
Sin comentarios.
Wednesday, March 02, 2011
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