Saturday, May 19, 2007

Me he comprado una casa.

Se me ocurrió que podría colocar yo mismo las lámparas y los accesorios de los baños. En esos grandes almacenes que ya sabéis te los colocan a 30 eurazos la unidad en el caso de las lámparas.

Bueno, contaba con ayuda, así que no me pareció un disparate.

Sólo puedo decir que he flipado. Mucho. He sacado varias conclusiones:

Los electricistas capaces de ganar dinero colocando lámparas deben de ser genios.

Los fabricantes de lámparas y toalleros son unos sádicos.

Los aficionados al bricolaje son unos tarados. Es como decir que uno es aficionado a caminar descalzo sobre brasas.


Lo peor de todo fue la primera lámpara del salón. Tuve que superar un ataque incontrolable de ira y dos de locura. Puedo jurar que habría pagado 30 euros porque me la colocaran. Qué digo, 50 euros, 100 euros. Es más, en esos momentos me habría dejado sodomizar por Isidoro Álvarez a cambio de que me colocaran la maldita lámpara. Tras estas reflexiones, constatamos que habíamos fijado mal la chapa y que la lámpara quedó bastante torcida. Muy torcida. En ese momento me parecía preferible la alternativa de arrojarla por la ventana e ir a la cárcel por homicido imprudente de algún peatón.

Ahora me queda la mudanza. La séptima en 4 años.

La cosa promete.

1 comment:

Unknown said...

animo luisete... ya solo te quede pensar en esos 30 años de hipoteca rtan cachondos que te quedan