Acabo de decidirme a estudiar unas oposiciones, dado el panorama laboral deprimente y que han convocado cinco plazas de Ingeniero de la Junta.

Sin embargo, incluso en estas circunstancias depauperadas, a uno le pueden recordar que existe la España acaparadora, voraz y codiciosa.

Como es normal en estos casos, he tenido que buscar un preparador para organizarme con los temarios.

Consigo referencias de uno y me pongo en contacto con él. Lo habitual; se trata de un tipo que ya tiene su puesto de funcionario y organiza grupos de opositores. El hombre se saca su dinero B para el piso hortera en la costa o el BMW fardón, pero por lo menos hace un servicio a sus compañeros. De esto no hay academias.

Lo alucinante llega cuando me cuenta que además tiene plaza de Profesor en la Escuela de Granada. Que no falte pecunia, no vaya a ser que con dos salarios más los 300 leuros mensuales limpios por cada alumno que no le llegue. Por lo menos encontré otro preparador cuya avaricia está más dentro de la normalidad y este arribista no contará con mi financiación.

Estoy más harto de este país de listos insaciables...